Mattessa Cuella
Tossal da baía, uma capela e Mirador
Tossal de la Cala, una Ermita y un Mirador
Para ascender a este mirador se hace por la cala Finestrat y el bar Los extremeños.
La ruta puede hacerse en unas dos horas
En la cima de Tossal de la cala, con impresionantes vistas a la playa de poniente, se encuentra una linda ermita,[poi=599881] Virgen del Mar[/poi]
En este rincón de Benidorm, el Tossal ya vivieron los íberos en los años de los siglos III-I a. C. Este asentamiento íbero fue declarado Bien de Interés Cultural en 1984 para preservar lo que quedaba de la presión urbanística.
El lugar que comparte espacio con una pequeña ermita, de la Virgen del Mar. Virgen y niño Jesús, velan por los navegantes. Mirador desde el que se domina toda la costa de Benidorm. Desde el que se tiene más cerca su isla. Desde el que se disfruta de extraordinarias vistas del litoral, de la ciudad, de las montañas. Las sierra Helada. La de Bernia. El Puig Campana. Proa al horizonte, donde bailan al viento las gaviotas.
Nos comento la cuidadora que fue reconstruida con el apoyo económico de varios actores, Vicente Parra y Lola Herrera que tenían casa en Benidorm
Para subir até o mirante é o Finestrat enseada e bar estremeños. O percurso pode ser feito em cerca de duas horas Tossal No topo da baía, com uma vista deslumbrante sobre a praia a oeste, encontra-se uma bela capela, Virgen del Mar Benidorm Neste canto, a Tossal e ibéricos viveu nos anos de I-III séculos. C. A liquidação Ibérica foi declarada de Interesse Cultural em 1984 para preservar o que restou do lugar urbanística.El pressão que divide espaço com uma pequena ermida da Virgen del Mar. Virgem eo Menino Jesus, garantir os velejadores. Ponto de vista a partir do qual ele domina a costa de Benidorm. Uma vez que você tem mais perto de sua ilha. Desde que goza de vistas deslumbrantes da costa, a cidade, as montanhas. A Sierra Frost. O Bernia. O Campana Puig. Curvar-se ao horizonte, onde as gaivotas dança do vento. O zelador disse-nos que foi reconstruída com o apoio financeiro de várias partes interessadas, Vicente Parra e Lola Herrera, que tinha casas em Benidorm
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