Roberto Gonzalez
A Cidade das Sete Cruzes
La ciudad de las Siete Cruces
Hay poca gente que se acerque a Kilfenora tan sólo para ver las preciosas cruces que guarda, pero yo puedo asegurar que vale la pena desviarse de nuestro camino al siguiente destino, en nuestro caso Killarney, para disfrutar en absoluta soledad de esta muestra inocente pero imponente del arte religioso irlandés.
No fue fácil, eso sí que lo reconozco, encontrar las cruces, ya que esperábamos que estuvieran situadas en un descampado, como otras que habíamos visitado durante nuestro periplo.
Muy al contrario, se hallaban bien protegidas por un techo de cristal que las aislaba de las inclemencias del tiempo que tantos estragos había causado en sus estructuras y relieves, y rodeadas por los añejos muros de la antigua catedral que levantó (según cuenta la leyenda, el obispo San Fachtnan).
Viendo las fotos que acompañan a las moles de piedra en este museo que combina la historia con la modernidad en su estructura, nos damos cuenta del intenso trabajo de restauración que llevaron a cabo aquellos arqueólogos de mediados del siglo pasado que decidieron recuperar estos monolitos pétreos para conocer un poco más de la historia irlandesa.
Ahora, en ejemplos como el de la cruz Doorty, somos capaces de distinguir claramente los pasajes de la Biblia con los que los religiosos y escultores de la época pretendían y conseguían adoctrinar a los campesinos que a falta de saber leer veían en los relieves todo aquello que los sacerdotes, en sus arengas y homilías les contaban sobre ese cristianismo que poco a poco iba penetrando en la historia de Irlanda.
Tengo que reconocer que fue una delicia disfrutar de la iluminación natural sobre las cruces que el techo de cristal proporcionaba y el contraste de la ancianidad de las cruces con el toque moderno que el centro Burren aporta al conjunto de este pequeño museo, que repito, bien vale la pena un pequeño desvío.
Há poucas pessoas que vem para Kilfenora só para ver as belas cruzes manter, mas posso assegurar-lhe vale um desvio no nosso caminho para o próximo destino, no nosso caso, Killarney, para desfrutar em solidão absoluta desta amostra inocente, mas impondo arte religiosa irlandesa. Não foi fácil, agora que eu reconheço, encontrar as cruzes, como esperávamos que eles foram localizados em um campo aberto, como outros que visitamos durante a nossa viagem. Muito pelo contrário, foram bem protegido por um telhado de vidro que os isolados do intempéries tais estragos causados em suas estruturas e relevos, e cercado por paredes envelhecidas da antiga catedral aumentou (de acordo com a lenda, bispo San Fachtnan. Olhando as fotos que acompanham a pedra moles neste museu que combina história com a modernidade em sua estrutura, percebemos o trabalho de restauração intensa realizados os arqueólogos meio do século passado, que decidiu recuperar esses monólitos de pedra para conhecer um pouco mais da história irlandesa. Agora, em exemplos como o Doorty cruz, somos capazes de distinguir claramente as passagens da Bíblia com a qual religiosa e escultores da época procurou e conseguiu doutrinar camponeses deixando de ler os relevos viu tudo o que os sacerdotes, em seus discursos e homilias disse-lhes sobre que o cristianismo foi gradualmente penetrando na história da Irlanda. Eu tenho que admitir que foi uma delícia para desfrutar da luz natural nas cruzes que o teto de vidro fornecido e contraste da velhice de cruzamentos com toque moderno que o centro Burren traz todo este pequeno museu, repito, bem vale a pena um pequeno desvio.
![](https://images.mnstatic.com/8f/10/8f107c076f4eabe6250813369bf162a0.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/2c/1b/2c1b8ded9269c72bff434bffa767562b.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/95/b6/95b654776a177dfb1dad99389a6a89c0.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
+3