Lodz

Una de mi actividades favoritas, siempre que estoy por el este de Europa, es entrar a los patios interiores de los edificios. Los inviernos son siempre muy fríos, las calles se llenan de nieve y los patios interiores están preparados para que se pueda hacer un poco de vida social. Se decoran y se preparan como entradas para comercios, restaurantes o cafeterías. Yo siempre entro sino están las puertas cerradas y procuro disfrutar de todo lo que los patios ofrecen que suele ser mucho y variado; unos destartalados, otros de lujo, algunos para puti-clubs y otros para cafés o restaurantes,...Hay para todos los gustos. Este edificio me impactó por fuera, también lo hizo por fuera. Su fachada era exquisita, color salmón y con unos balcones llenos de filigranas hechas en piedra; el pasillo para entrar al patio interior estaba lleno de detalles y además pintado en un tono diferente al de la fachada. Una vez dentro, y aunque la grabación no es muy larga, me quedé contemplando sus ventanas, su escalera cubierta-exterior, una obra de arte a la que no me pude resistir la tentación de subirlas. No filmé todo ya que no era consciente de que me serviría para "minube" pero la hora que pasé recorriendo los pasillos de este centro de salud fue inolvidable!! Ubicado en el centro de la avenida comercial de la ciudad, es difícil de encontrar ya que normalmente no entenderás ninguna de las indicaciones que están escritas en polaco, un idioma muy muy difícil. Esta pateada por los barrios periféricos de Lodz me llevó prácticamente todo el día. Esta ciudad tiene la encantadora imagen de los tranvías que vienen y van. A mí personalmente me encanta verlos pasar y escuchar su ruido de hojalata arrastrándose por las calles. Como no, vi montones de iglesias, y es que, en este bendito país casi hay más iglesias que bares y kioscos. Un día gris en donde casi todos se tapaban con abrigos, un día húmedo, un día del este de Europa. Esa sensación nunca la sentí tan de cerca como aquí, la sensación de sentirme en esa Europa del este, esa que nos daba miedo o por lo menos mucho respeto allá por los años 60 y 70, esa Europa hermética y cerrada de la que casi, o nada, sabíamos. Lodz, una ciudad del centro de Polonia, era y es parte de "esa" Europa... Con Cristian y Ewelina, mis dos grandes amigos en Lodz me dí esta vuelta en coche por toda la ciudad. Yo soy más amante de las pateadas pero Cris, corredor de rallies amateur, nunca le pareció buena idea. Un buen día se le ocurrió llevarme de visita por su ciudad a toda pastilla por entre calles y avenidas; el país desgraciadamente no se puede permitir una dotación muy grande de policías y eso hace que a veces se puedan hacer cosas por la falta de vigilancia. Yo con la escusa de la grabación le iba diciendo que aminorase la velocidad de vez en cuando, jeje!!...Que risa le daba..! De todas formas queda un vídeo original y clarito donde se pueden ver las diferencias entre los distintos barrios que recorrimos con el coche...