Txema León
Um clássico para os moradores e uma obrigação para os viajantes
Un clásico para los lugareños y un imprescindible para los viajeros
No sé si es el ambiente de fiesta que había nada más llegar, la alegría de Doribel, la dueña del restaurante, el buen servicio, la estupenda terraza o los excelentes platos, pero El Silbo es un restaurante en el que repites.
Y me explico. Cenamos dos días en este restaurante de Hermigua que está pegado a la carretera, por lo que es imposible perderse. La primera noche estaban de celebración, así que todo el mundo estaba de risas tras haber cenado. Nosotros, que acabábamos de llegar, nos encontramos todo aquello y nos unimos a la charleta antes de sentarnos a cenar.
Sus mesas están en una pequeña terracita cubierta llena de plantas que crean un ambiente singular. Nuestro camarero nos ofreció unos platos especialidad, y yo escogí el atún, que me encanta. Acerté de pleno porque estaba buenísimo, y nos pusieron un vino blanco selección que nos encantó.
El segundo día, nos pusieron el plato fuerte de la casa, sopa de pescado, que lleva no sólo la sopa y el pescado, sino también papa y mojo, un plato contundente donde los haya y que sin embargo entra muy bien, incluso para cenar. Te recomiendo tanto el plato, como éste rinconcito
Eu não sei se o clima de festa que não tinha mais nada para chegar, a alegria de Doribel, o proprietário do restaurante, bom serviço, grande terraço e excelentes pratos, mas El Silbo é um restaurante onde você repetir. Deixe-me explicar. Jantamos no restaurante dois dias Hermigua está colado à estrada, por isso é impossível de perder. A primeira noite eles estavam comemorando, por todos foi o riso após o jantar. Nós, que tinha acabado de chegar, encontramos tudo e nós juntar-se à Charlet antes de se sentar para jantar. Suas mesas estão em um pequeno terraço coberto cheio de plantas que criam uma atmosfera única. Nosso garçom deu-nos alguns pratos especiais, e eu escolhi o atum, que eu amo. Eu bati completa porque tinha um gosto excelente, e nós colocamos uma selecção de vinho branco que nós tenhamos amado. O segundo dia, nós colocamos uma forte assinatura prato, sopa de peixe, o que acarreta não só a sopa e peixes, mas também batatas e mojo, um prato sem corte, se alguma vez lá e ainda vem muito bem, mesmo para o jantar . Eu recomendo tanto o prato, como este rinconcito



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